Ella es Lorena, mi primer demonio sexual al cual nombré Luzbel, un ángel caído que vino a traer luz y sabiduría a la humanidad.
Fue la primera persona en indagar sobre mi y que me permitió coquetear de forma descarada. Una mujer con la mente abierta dispuesta a llenar el mundo de lujuria.
Abrió las puertas de su mundo para mi y me enseño un camino diferente, uno donde podamos ser como queremos, como sentimos y no como debemos, un mondo sin ataduras y celos, un mundo para disfrutar.
Nos entendíamos muy bien, confiamos muchas veces nuestras intimidades. Ella intento varias veces buscar la forma de encontrarnos y me moría de las ganas, pero siempre el miedo me vencía. Me moría de pánico, de temor en conocerla, que me rebozaran la pasión y el deseo. Estaba casi segura que con ella iba a terminar perdida.
Cualquiera se cansa y la entiendo, pero igual estaré agradecida por todo lo que me enseño. La recuerdo en mi mente y mi corazón.
Esta corta historía, es producto de la mente, parte de las cosas que alguna vez me imaginé vivir con ella.
Dedicado a Luzbel, la bella dama que desató mis perversos pensamientos.