"Es mejor vivir con mi vida por los suelos en vez de emprender un vuelo alto en el cual tarde o temprano mis alas serán rotas y la caída será imposible de soportar, es mejor no tener la atención de nadie porque cuando ya no tenga nada que ofrecerles se irán dándome la espalda, es mejor no sacar mi verdadero yo para no tener que defraudar a nadie nunca más..." Esos y más pensamientos pesimistas eran los que vivían siempre en la mente de Emma, la chica que a pesar de tener un entorno de luz tenía una espesa oscuridad dentro de ella misma que nunca le dejaba tranquila, que siempre la tenía presa y no le permitía avanzar en ninguna dirección.