Viaje en tren por Buenos Aires. Casas, edificios. Una librería. Personas, muchas personas, con sus tormentas y sus historias. Yo con mi propia máscara, siguiendo a la muchedumbre. <<[...]guardaba su nombre como un secreto, [...] como la llave que me volvía menos gris que el resto, que me hacía brillar en esa oscuridad plena de formidables luces de neón.>>