Sus ojos brillaron con una mínima esperanza aflorando. -No te sientas culpable por los errores de los demás, no puedes controlarlo todo Harry- susurró Louis, con miedo a realizar un mal movimiento y caer de aquel puente junto al muchacho de ojos verdes. -¿Cómo no sentirme culpable de su muerte?- preguntó temblando, sin soltar la arrugada y malgastada nota de suicidio que poseía en sus manos. Louis no supo qué contestar. Lo que ninguno de los dos sabía, es que todo recién estaba comenzando. Que aquella trágica y desafortunada muerte fue una parte más de su historia para contar. Que gracias a ella, aprenderían lo que es el verdadero amor, el respeto y la libertad.