El famoso dicho "la curiosidad mató al gato" se transforma en una garra oscura que atrapa a Cornelia, y la lleva a las profundidades de la mansión, donde yacen secretos e historias desconocidas. Donde yace un pájaro, en una jaula, cuyos barrotes curvilíneos componen una melodía macabra. La tentación se convierte en enemiga de Cornelia, y la liberación del pájaro conlleva más riesgos del que creía. Un cuento corto, cuyo enredo, quizá, a pesar de su longitud, no tenga fin. NO se permiten copias totales ni parciales ®. (Tengo pendiente cambiar la portada)