En ese obscuro cuarto solo se escuchaban los gritos y golpes de dos personas discutiendo, por la rendija se podían ver las sombras de ambos sujetos, los ruidos de los muebles rompiéndose no cesaban y poco a poco el ruido se fue convirtiendo en sollozos, el obscuro cuarto guarda un secreto. Las respiraciones forzadas y profundas se hacían notar en aquel lugar, y solo por un par de segundos el ruido cayó, dejando la habitación en completo silencio, pequeños susurros se escuchaban junto a un ligero sonido de goteo, como si alguien dejará la llave del lavabo abierta o simplemente era sangré. O lo que veamos primero dentro de ella...