Uno era tierno y romántico. El otro sexy y atractivo. Y para Sofía, elegir entre ambos le causaba muchos problemas, hasta que llegó a la conclusión... ¿Por qué elegir a uno si los podía tener a los dos? Quizá todo iba a salir mal, o quizá no. Nunca se sabe. Porque el amor siempre llega de maneras distintas, y, simplemente, a veces es de tres.