Desde el humanismo, hasta los secretarios de educación pasando y repasando mil veces por los alumnos. Quizás sea una crónica de un derrame mental o quizás el remedio catártico y anónimo que tanto se necesita.
Sea como fuere, he aquí, las quejas de un docente, a la mano y dispuestas a servir, divertir, espantar a quien las desee leer con la vaga esperanza de encontrar aliados en este barco que se hunde llamado Sistema Educativo moderno.
Portada directamente robada de Google, lo siento, mundo.