Alguien dijo una vez, "Cuando entro en mi cuarto solitario después de un fracaso, éste no me hiere; pero si estuviese obligado a encontrarme con los ojos interrogadores de la mujer que le ha dado sentido a mi vida y tenga que decirle que he fallado nuevamente... no podría soportarlo". 1° Puesto en el concurso HISTORIAS DE ORO.