Lo siento - dijo un pelinegro con la mirada gacha tratando de ocultar sus lágrimas- Yo tambien lo siento -sonrió tristemente el pelirrojo- Lamento tanto haberme enamorado de ti - sin más que decir el menor salió del departamento, sin derramae ni una sola lágrima, él no las merecía- Dos corazones separados por la traición. Uno con el corazón roto y el otro dolido por su partida. Uno que no sabe perdonar y otro que no supo valorar. ¿Podrán sus caminos volverse a cruzar? ¿Podrán perdonarse el uno al otro? ¿Los celos cegaran el juicio del azabache como para cometer un pecado?All Rights Reserved
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