Cara siempre había sido una chica fuerte ante todo y orgullosa como nadie, <<el orgullo te hará fuerte más no feliz>> eso lo había escuchado de mi madre antes de morir, y es que ¿cómo podía ser feliz si quizás tenía los días contados?. <<No puedes ocultar lo que sientes, eso es malo Cara>> aquellas palabras me las había dicho mi mejor amiga, mi hermana, mi alma gemela Tris, y es que ella tenía razón no podía seguir ocultando aquellos sentimientos que empezaban a surgir con tanta fuerza y que me negaba a admitir. -¿Por qué tienes que aparecer y derrumbar todo lo que había construido Santiago? -Porque desde el momento en que nuestras manos se rozaron, desde ese momento supe que eras tú, que eras tú la chica que siempre desee. Creo que es muy tarde para eso Santiago-hable con la poca fuerza que aun tenía. -No te lo permito Cara, no te atrevas hacerlo, al menos quedate conmigo, al menos dí que me amas. Te amo-le digo. -Tonta, lo decía para que siguieras conmigo, pero también te amo, ahora por favor no me dejes.