¿Recuerdan esa frases anodinas, banales e insulsas que nos repetían cuando éramos niños, esas que nos enseñaron cuando íbamos a la escuela?
"Mi Mamá me ama".
"Yo amo a mi Mamá"
Quien lo iba a decir, después de tantos años, esas mismas se convirtieron en mi más preciada ilusión, también en el caudal de mi fortuna, en el motivo de mis sueños, en el fundamento de mi alegría, en la base de mi porvenir, en el estandarte de mi júbilo, en el soporte de mi alborozo y hasta en el pilar de mi felicidad.
¿Te horrorizas cierto?
Léela, cuando la conozcas, quizás hasta la elogies e incluso hasta la anheles.
¿Qué si la amo?
¡Claro... claro que la amo, es más, la adoro!
Es mi dicha, mi goce, mi ventura, real, única.
Cuando se descubra, todos se ensañará contra nosotros, lo que sentimos será el broquel con el que intentaremos defendernos.
Nos hemos mentalizado que lo vamos a conseguir.
¿Podrá este sentimiento protegernos de la tormenta que se nos avecina?
Confiamos... qué más podemos hacer.
Soy Heterosexual. Me encantan los hombres, pensar en una mujer en plan romántico o sexual Eww... Ay no que feo imaginarme con una... Pero por salir de un enredo le dije a mis padres que tenía novia...
Y ahora aquí estoy metida en este problema, sentada con mi amiga Nam en mi oficina haciendo una lista de estrategias para conseguirme una novia antes de navidad... En que te metiste Freen?...
📌 Esta historia es totalmente de mi Autoría.