-¡Bienvenidos al Dark Side! - gritó la rubia a través del megáfono - Preparaos para vivir las noches más intensas de vuestras vidas y recordad, lo que pasa en el Dark Side, se queda en el Dark Side - y nos brindó luego una sonrisa con un ápice de picardía.
Y vaya que si lo fueron. Desde ese momento mi vida dejó de ser la que era, igual que yo.
No debería haber pisado jamás el Dark Side y menos aún esa noche, no hizo más que traerme nuevos problemas, pero también solución a uno de los peores problemas que me acechaba, y esa solución fue él.