Cada parte de su cuerpo ardía, aún en la inconsciencia podía sentirlo, y a la mente de Harry solo podía venirle preguntas, preguntas y más preguntas. ¿De verdad su tío disfrutaba torturándolo de esa manera? ¿Qué había hecho... Qué tenía él para que fuese tratado de esa manera? ¿Qué clase de monstruo era él para merecer eso? .... -No pueden herirlo de gravedad, al menos no mortalmente- -Harry no puede ser feliz, debe sufrir lo más que pueda, así no tendrá miedo a morir cuando llegue su hora- ¿Todo esto ya estaba preparado? Si era así ¿Desde cuándo? ¿Desde su nacimiento? ¿Después? ¿O incluso antes? ¿Voldemort siquiera sabía cómo era Dumbledore? Supuso que sí, sino por qué tanto odio hacia él. Harry escuchó el murmullo de risas en su mente. -¿Y nosotros qué obtendremos a cambio?- -Una parte de su herencia irá a ustedes cuando muera- respondió Dumbledore, como si estuviera hablando de sus jodidos caramelos de limón. ¿Acaso todo era por dinero? ¿Por poder? Apenas era el primer día de su llegada a ''casa'' ¿Ésto seguiría así todo el verano? Simplemente quería morir. -¿Cuándo será eso?- -Quizás cuanto tenga 17, a lo sumo cuando tenga 18 años, no pasará de ello, me encargaré de eso- -Es necesario que Harry... que el chico muera?- ~No es tan mala~ 'Pero es igual de culpable' -No me digas que has comenzado a tenerle compasión al niño, Petunia- y su tía no respondió, y el director soltó una risa que le heló la sangre. Sólo para continuar hablando con Vernon sobre los ''juguetes'' que había traído para torturarlo. Ahora entendía por qué no sanaba. Pero unos simples hechizos y pociones no lo detendría. No pasó los últimos cuatro años enfrentándose al Señor Oscuro por nada.