Pensar escribir, es pensarte y dibujarte en mi mente una vez más...
Porque no logro acostumbrarme a la distancia que debimos respetar, no quiero encerrarme más en paradigmas que yo no cree y mucho menos, quiero aceptar el hecho de perderte por completo.
Simplemente el considerarlo hace que se me derrumbe el alma, mi humanidad y la vida misma. Por eso le he escrito al tiempo para pedirle que no nos olvide, y de alguna forma yo sigo esperando esa respuesta donde él me explique que nunca ha sido tan cruel, que por el contrario, nos es muy fiel y tiene para nosotras una armoniosa eternidad.
Incontables veces le he escrito al amor, para rogarle de vuelta lo que él mismo declaró como nuestro y para decirle que sin él, he pensado mucho en la muerte, porque si el tiempo me falla y el amor no existe no hay una vida para mí.
Me rehuso a aceptar esta vida sin amor que ha sido como estar en una prisión donde el tiempo es el único carcelero y la muerte la mayor esperanza de libertad.
Trato de no pensar en tus besos, abrazos o caricias para no torturar mis deseos en esta condena, porque los anhelo tanto que se despierta un sentimiento de desesperación en su máxima expresión y últimamente me cuesta mucho controlar esas crisis porque te amo con locura desmedida, te amo tanto que quiero vivir mi vida diciéndole a tu oído que amo a quien le lleva sin necesidad de que ella me responda.
Yo te amo, y no necesito uno tuyo devuelta, me habría bastado con el hecho de nunca dejar mi mano suelta.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".