Por la culpa de sus amigos, Jimin ahora debe hacerse su primer tatuaje. Aunque la idea rondaba por su cabeza desde ya hace un tiempo y le gustaba, no podía evitar sentirse aterrado por el hecho de ser perforado por pequeñas agujas con tinta. Pero sin duda el miedo se fue al tener claro que quería tatuarse y al conocer a su tatuador que le haría el honor hacerle tal obra de arte.