A todos alguna vez se nos enfrió el café. Lo serviste a tiempo, le pusiste la cantidad de azúcar que te gusta, lo batiste a tu gusto, lo dejaste en la mesa, cuando lo estabas por tomar sucedió algo que te hizo levantarte dejándolo solo. volviste, lo tomaste y estaba frio, pensaste ¿Porque no prestaste la atención suficiente? y ahora ya no tiene el mismo gusto. Ya no tiene el mismo aroma, y ya no tiene sentido tomarlo porque esta feo, frio y puede caerte mal. Lo mismo pasa con las relaciones se enfrian y ya no tienen el mismo gusto.