Todo en la vida llega un día, en unas horas, en un segundo. Y justo en ese segundo todo cambia. No nos damos cuenta a la ligera, es difícil notar un cambio hasta que nos preguntamos porque ya no es como antes. Ese momento de reflexión en el que te das cuentas de que eso que vino en unos segundos, te cambia para siempre. Eso fue Elliott para Mack, ese todo que llegó en un segundo y cambio por completo su ser. Y entonces llega esa esperanza de que todo puede volver a ser como antes. Y dicen que a veces la esperanza es lo que último que se debe de perder pero... ¿Y si la esperanza también nos decepciona?