De niños crecimos con cuentos de hadas, en su momento todos pensamos que eran reales y aquellas criaturas que habitaban en los bosques o en lugares remotos existían, pero con el paso del tiempo dejamos de creer en ellos por diferentes circunstancias cuando lo único que teníamos que hacer era confiar. ¿Quieres saber un secreto? Todo eso era verdad. La magia da vueltas a nuestro alrededor, está en el aire que respiramos, por debajo de las calles que pisamos a diario, absorbidos por la rutina, está inmersa en lo más profundo del bosque y por debajo del agua. Pero no todos son capaces de verla.