Mi pequeña obsesión

No lo negaré, soy un poco sucia. Así que cuando mire a mi futuro vecino por la ventana teniendo una caliente sesión de autoamor no aparté la mirada ni un segundo, vi cada delicioso momento y no negaré que quizás me excito un poco.

Hubo un tiempo en el que me dedique exclusivamente a mirar, y con el pasar de los días participe activamente en el arte de darme amor mientras lo observaba hacerlo, pero llegó un tiempo en el que me cansé de solo mirar desde la ventana, puse música alta y comencé a tocarme esperando que el escándalo llamara su atención y que me notará.

Qué pasó después es algo que tú debes entrar para averiguar. Solo diré esto, mi vecino es mucho más de lo que esperaba.