Karla, artista viajera, le escribe una carta a su sobrina contándole una historia. La sobrina está por salir de rehabilitación después de haber estado en peligro de muerte por una sobredosis de drogas. La tía procura contarle una historia de amor atravesada por el mundo de las drogas para ejemplificar a su sobrina de manera indirecta que a pesar del sufrimiento y los problemas, no puede dejarse llevar por el impulso que la lleva a que las drogas pongan en peligro su vida