Puede denominarse superación o persecución de sueños. Llame como se llame, es lo primero en lo que piensan al escuchar mi nombre. ¿Y por qué será? Un día, por alguna extraña razón, decidí cambiar mi vida. No es nada fácil arriesgarlo todo sabiendo que hay un alto porcentaje de fracaso. Pero para ganar hay que arriesgar, ¿no es así? Entonces dejé de preguntarme por qué y empecé a preguntarme por qué no. Finalmente, salté al vacío sin ningún tipo de red esperándome abajo. Presentarse ante 50.000 personas no es fácil, pero la sensación y la adrenalina compensan todo lo demás y eliminan todas las dudas. Nadie creía que llegaría tan alto, pero aquí estoy yo pisando el suelo que ellos besan. Hoy escribo la última canción mientras el piano suena y la lluvia resbala por el cristal. Quizás no sea la historia más bonita, pero es mi historia y eso es lo que cuenta.
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