Me llamo Sara y esta es mi historia...
Soy bombera, tengo 32 años y vivía una vida perfecta, se lo que vais a decir, nadie tiene una vida perfecta pero creerme la mía si lo era, tenía el trabajo de mis sueños, un hermoso piso en la ciudad de Seúl, muchos amigos, económicamente no me podía quejar y lo las importante mis padres y mis dos hermanos que siempre estaban ahí para apoyarme ¿ de que me podía quejar ?
lo único que me faltaba era encontrar mi media naranja pero eso no era algo que me preocupara mucho.
Es increíble como la vida puede dar un giro inesperado, como algo que crees que es imposible que te pueda pasar te acaba pasando.
Muchas personas padecen la misma enfermedad que yo, mi caso es sólo uno más de entre muchos.
escribo esto ahora que puedo, ahora que no es demasiado tarde para que viváis, sufráis y riais conmigo.
Tomar mi mano y vivir esta experiencia a mi lado, a aquellas personas que padezcan lo mismo sólo quiero decirles que no están solas y que no se rindan, no podemos saber que nos va a pasar pero si somos libres de elegir si seguir adelante o quedarnos atrás, yo lucharé hasta que mi corazón deje de latir, no me rendire, es una promesa.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...