-¡Corre,corre!- se escuchó el grito de un niño sobre el barullo que formaban los estudiantes de un colegio en el recreo.
-¡Corre,que viene!- se escuchó decir a otro niño.
- ¡Vamos,que nos pilla!- gritó juguetonamente otro.
- No,por favor,David- se escuchó una súplica por parte de una niña.
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-Entonces tú ...¿él realmente te gusta?- sorpendido el niño vió como lágrimas caían de los ojos de la niña.
-...-Ella no respondió, siguió llorando con tristeza.
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-¡ME GUSTAS!- Confesó a voz de grito,con la carita roja y los puños y ojos fuertemente cerrados -Me gustas mucho, monstruo- se acercó a ella y evitando que dijese algo la besó con furia,era un inexperto, sí,pero había visto muchas veces a sus padres hacer aquella acción y él,como buen niño que era,lo iba a copiar.
Cuando se separó de ella, la miró, tenía los ojos desmesuradamente abiertos y un adorable sonrojo adornando su cara.
- Me gustas mucho,te he dado un beso y ahora eres mi novia,te guste o no- habló,algo avergonzado,el niño- Y lo quieras o no,ahora tendrás que darme todos los besos que te pida- dijo antes de volver a juntar sus labios con los de ella.
"Siempre habrán ángeles en el infierno y tentaciones en el paraíso."
Polos opuestos, llamados por el destino.
Zehra una mujer con cara angelical, aura de diosa, cuerpo de infarto que irradia elegancia y clase por donde quiera que vaya.
La vida de Zehra no era para nada diferente a las demás, no hasta que lo conoció a él. A un hombre sombrío, sin escrúpulos, arrogante, y narcisista. Su vida dio un giro de 360 grados, cuando después de una larga y temerosa noche se despertó en un lugar completamente desconocido para ella.
Entonces la acción inició. Su vida ya no era aburrida, porque el peligro, los problemas, y los deseos explícitos yacían parte de ella. Aquel hombre la sedujo, el se hizo adicto a ella, la hizo su sumisa, su mujer, y la reina de su gran imperio.