Coloco cinco girasoles sobre el cajón. Uno por cada año de amistad, uno por cada una de las mil vivencias a su lado, uno por cada año de mi vida en los que ya no va a estar, uno por cada año que no va a terminar en la universidad y por cada trabajo que no va a experimentar, por cada pareja que no va a tener y por los hijos que no van a llegar. Pongo cinco girasoles para ella, cinco flores... cinco hermosas flores para Alice.