«Relatos cortos y no tan cortos que una vez mi mente una vez perdió y volvió a encontrar tiempo después.» En octubre de 2010, una yo muy despistada pero feliz empezó un curso de escritura -casi- sin saberlo. (Yo creía que era un club de lectura pero me confundí, ¿vale?). La cuestión es que puedo fechar casi sin error el día exacto en que mi mundo literario cambio de forma. En mi interior, hasta el momento, sólo había sido capaz de concebir el arte de la escritura como un algo divinizado a lo que yo sólo podía aspirar a llegar a través de la lectura. Pero jamás imaginé que podría llegar a formar parte de ese maravilloso mundo creando mis propias historias. El cursillo me enseñó nuevas formas de ver el mundo, dónde y cómo buscar la inspiración y, sobre todo, me enseñó a no tener miedo de mostrar mi pedacito de arte. Por mucho que creyera que era algo despreciable. Durante unos meses estuve asistiendo a clases, sin aprender a escribir bien, sólo a encontrar la fuente del arte en nuestro interior. Unos meses después, en verano, empecé mi primera novela juvenil. Esa que ahora estoy re-publicando en mi perfil bajo el título de "Pero antes, chocolate". Fue entonces cuando empecé a escribir por muto propio, por amor a la escritura. Porque descubrí que era una forma de expresarme que se adaptaba infinitamente más a mi forma de ser. Siete años después, sigo aquí. En una página para publicar online, con más de tres mil seguidores a los que se lo debo todo. Absolutamente todo. Y sois vosotros, esos que lleváis conmigo desde el primer momento, a los que os dedico esta antología de pequeños relatos que han conformado mi evolución a lo largo de estos años. Probablemente no sean buenos. Probablemente no sean ni siquiera leíbles. Pero quiero que podáis disfrutar de un pedacito de mí que de momento guardo con llave en el fondo de mi ordenador. Espero que los disfrutéis. Con mucho amor, Lau.
55 parts