En pleno S.XXI la comunidad LGBT+ sigue luchando por que la discriminación se acabe y se pueda lograr un ambiente de paz, en el que todos estemos seguros y nos sintamos a gusto, sin temor a que algún día, por el simple hecho de ser distintos, nos lleve a un punto en el que atentar en contra de nuestra propia vida sea una mejor solución que pedir ayuda.