Kimberley Wells, una chica cansada de ser más que una cara bonita y cuerpo tatuado según sus padres, harta de escuchar historias tontas de amor, y fastidiada de la vida junto con sus padres. Se da cuenta que hay vida fuera de las cuatro paredes de la casa de sus padres, y se muda junto a si mejor amiga Ivon Ferrotti, al país de Australia. Juntas tratan de buscar cómo sobrevivir en esta ciudad, sin "ser comidas vivas".
Les dicen adiós a sus padres y a la dependencia, para ser totalmente independientes, ya solo falta el paso de la universidad, la casa, un auto, muebles, ropa... bueno bastantes cosas, pero con la frente en alto estas chicas les harán saber a sus padres que no necesitan ni una sola pizca de ellos.
Además de salirse de sus planes con una jugosa, descabellada y caliente historia de amor, para ambas.
El plan de Emma era simple: esperar el día de la fogata para hablarle a James, quien ha sido su crush por más de un año, pero nunca había tenido el valor de acercarse a él. Cuando Emma finalmente está decidida a dar ese paso, nada sale como esperaba, y por equivocación termina besando al hermano de James, Ander.
Lo que comienza como un accidente se convierte en un trato inesperado: Ander le propone fingir ser su novia para darle celos a su ex y lograr que regrese con él, a cambio de ayudarla a acercarse más a James. Aunque al principio Emma duda, termina aceptando, creyendo que así estará más cerca de cumplir su objetivo. Sin embargo, lo que no esperaba era que este acuerdo desordenara su corazón y la hiciera cuestionar sus verdaderos sentimientos. ¿Qué sucede cuando un plan perfecto se convierte en el caos que lo cambia todo?