Cada uno de nosotros nace con la necesidad de tener algo que nos inspire, puede ser la letra o la melodía de una canción, salir y viajar por el mundo, salir a caminar por la ciudad en la que se vive; quizá un bosque, beber una taza de café por la mañana antes de comenzar el día, admirar la naturaleza, escuchar el canto de las aves, un día lluvioso, un día de playa, e incluso, y el caso más común... inspirarse por una persona que sin darse cuenta nos motiva a continuar a pesar de cada una de las circunstancias por las que pasamos durante cada etapa de nuestras vidas. Solo basta con mirar bien.