Colin ha sido un rico pretencioso toda su vida mimado y siempre ha tenido todo lo que quería pero...
que pasa cuando llega Asia, ¿la tendrá?
Tal vez no pudo y por eso decidió comprarla.
*FRAGMENTO*
Me acerco finalmente a Colin.
-Vale vosotras podéis ser mis princesas y yo seré el príncipe, oh bueno chicas llegó el dragón tengo que irme.-Dice refiriéndose a mí con su dedo acusador.
Es gilipollas, comprobado.
-Vamos, no quiero que les escupas fuego, son encantadoras.
Me tira del brazo, mientras camina. Miro una última vez, a las encantadoras colegialas, pero estás sí que parecen que van a escupir fuego, hasta me parece que les ha salido garras y ojos de serpiente a algunas.
Cuando cambiamos de pasillo, se detiene y me mira.