Este texto surgió de una una conversación que tuve con un amigo, que, yo considero, me supera en términos filosóficos. El tema principal del texto, aunque se trata de algo implícito, es la educación. Es uno de mis ensayos menos consistentes en cuanto se trata de elaborar en un concepto y resulta vago e impreciso en la información que busca transmitir. Pero no deja de ser entretenido en cuanto se trata de haberlo escrito o incluso en la re-lectura, más que nada se trata de un experimento del lenguaje y cómo este puede ser explotado en sus probabilidades. Resulta irónico pensar que un texto que habla del concepto de reducción y simplificación resulte tan elaborado y ambiguo. Yo no diría que es extenso, en términos de extensión es la cantidad suficiente de palabras, tal vez no economizadas cómo correspondería, pero espero que el mensaje tenga éxito en ser transmitido y sirva a modo de consejo. Podríamos tomarlo dentro de todo como un ejemplo para "qué no hacer" y "qué se puede hacer" aplicados simultáneamente.