En una noche oscura y fría al norte de Alemania en Lübeck, un grupo de científicos descubrió que entre los humanos existían un porcentaje muy pequeño de gente que podían alterar la materia del aire para formar plasma y exponerlos a al vista. Durante años estuvieron investigando este suceso e inventaron armas para con el cual, manipular el plasma y convertirlas en armas letales capaces de derribar un tanque. Los Alemanes aprovecharon esta situación para recuperar el Ruhr que fue invadida por los Franceses hace 2 años. Con el tiempo, los científicos lograron reclutar más gente con el mismo don y mejoraron sus equipos. Estas mejoras le dieron suficiente confianza y poder como para en un futuro comenzar otra guerra con el fin de gobernarlos a todos, la Segunda Guerra Sangrienta.