Ésa noche sus miradas se cruzaron, él diabólicamente atraído por su inocencia, ella cayó ante su verde e intimidante mirada. ¿Destino?, ¿Casualidad?... Liv no estaba preparada para ése mundo que él le mostraba y al que muchos temían, el mundo que él llamaba su "hogar". "Sólo los cobardes no abren sus ojos ante la oscuridad, sólo unos pocos logran sobrevivir a ella, -¿Tú podrás mi dulce Angel?-."