Todas somos un monumento diferente pero eso no quiere decir que otra es mejor porque tenga flores y no grietas. Aprendamos a amarnos de pies a cabeza, amar cada estría, nuestro sobre peso o nuestra flaqueza. Amemos todo aquello que recibe el nombre de 'defectos' esas son los pequeños detalles que nos hacen únicas y hermosas ante una sociedad perfeccionista y con preferencias. Da a conocer que amas el molden de donde fuiste creada y que no necesitas la evaluación de alguien para saber que eres un ser divino.