La sed" El viejo, que se veía enorme desde el llano, tenía las manos aferradas al machete como un halcón sujetando el cuerpo de una vizcacha, y miraba a los comuneros con ojos que desafiaban a quienes se atrevieran a acercarse al pozo, del mismo modo que desafiaban al paso del tiempo. .All Rights Reserved
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