Cuando has llegado a un punto en tu vida, encontraras a gente que solo espera verte caer. Pero, en lugar de dejar que la gravedad te derrumbe, a veces debes de tener el control de las cosas…y volar… -¿Es usted un ángel?- dijo una chica rubia de hermosos ojos verdes, la chica blanca de grandes ojos dorados con iris negros se volteo y miro a la rubia; esta le sonrio. -¿Que?- pregunto la morocha frunciendo el ceño en confusion, la rubia rio y se hacerco a la chica, esta retrocedio unos pasos por seguridad. -Mi madre me dijo que los que tienen las muñecas marcadas son ángeles- dijo la rubia sonriendo dulcemente apuntando con el dedo la muñeca de la chica, su apariencia era la de una chica de unos 16 años pero su ternura era la de un ángel. -No soy un ángel- dijo la chica de ojos dorados de unos 14 años negando con la cabeza mientras ocultaba sus muñecas marcadas por profundos cortes. -Por supuesto que lo son, Mamá dijo que solo los ángeles se hacen daño porque no les gusta la vida en la tierra. El mundo los está destruyendo lo que tratar de volver al cielo de nuevo. Son muy sensibles al dolor de los demás y de si mismos- dijo la ojiverdes mirandola a los ojos con el ceño fruncido. -Ya sabes, tu madre es muy sabia- dijo la chica de ojos dorados sonriendo con dulcura hacercandose a ella. La chica de 14 años iradiaba inocencia y dulsura como si realamente fuera un ángel. -Gracias. Ella también es un ángel, pero ella ya ha regresado a casa- Dijo la rubia mirando al cielo sonriendole como si supiera que ella la estaba mirando. La chica de ojos dorados abrio los ojos como platos sorprendida
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