Su cabello era rubio, casi blanco. Estaba parado en medio del bosque sin un abrigo a pesar que estaba nevando. Su sonrisa de superioridad, y el halo color azul que emanaba de su cuerpo fue como Jimin describió la primera vez que vio a Suga. Pero eso no quedó mucho en su mente, pues Suga no debió haber visto a Jimin esa noche.