Son pocas las cosas en la vida de Haruka Nanase que no marchan bien. En lo personal se considera afortunado en tener una relación estable con Makoto Tachibana y en lo profesional el éxito le sonreía al haber ganado los juegos olímpicos, pero aún así no se siente satisfecho. Ahora cuando esta participando en las competencias previas de unos nuevos juegos, se siente aún más desmotivado al no tener un verdadero desafío. Jamás se imaginó que el volver a sentir esa pasion al nadar cambiaría su vida para siempre.