Asahi observó a todos sus compañeros, con una, de esas escalofriantes y aterradoras, sonrisa lo cual resultaba realmente alarmante viendo de él. Nadie dijo nada cuando cerró con llaves la puerta, tampoco cuando abrió su mochila y dejó ver el arma en ella ni mucho menos cuando la sacó embobado de "su belleza". No, definitivamente nadie se atrevió a decir nada. Ni siquiera cuando apuntó la frente del primer estudiante que tenía adelante suyo; Takata Mashiho. --- •Advertencia: la historia será temática homosexual, si no les gusta no lean y así ambos no evitamos molestias.