Una historia de amor tan especial como inolvidable.
En el interior de la iglesia de una monasterio benedictino de Egrest Island, junto a la costa de Carolina del Sur, se conserva una silla, misteriosa y cautivadora, con sirenas esculpidas y dedicada a un santa que, segun la leyenda, habia sido una sirena antes de la conversion.
Cuando Jessie es llamada a la isla para lidiar con un inexplicable acto de violencia de su excentrica madre, lleva con su marido, Hugh, una vida convencional. Una vez en la isla, y a pesar de que ama a Hugh, se siente atraida por el hermano de este, Thomas, un monje que esta a punto de pronunciar los votos definitivos. En medio de la exotica belleza de la marisma, el estuario y las majestuosas aves acuaticas, Jessie forcejea con la tension del deseo y la pugna* por negarlo, entre el sentimiento de que ha conquistado la anhelada libertad y la innegable fuerza del hogar y el matrimonio.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...