Encontré esta historia entre los papeles abandonados en el sótano de una casa ajena. Estaba en una caja. Todo. Cuadernos, notas sueltas, cartas, agendas, poemas, fotos, direcciones, números de teléfono, un pendrive. Nada más. Nada menos. Me apasioné en leerla, en indagarla por completo, imaginando a los personajes y sus motivos. Me tomé el trabajo de cotejar en estos datos y sé que los nombres de los protagonistas de esta historia, no son reales. No quise investigar mucho más. La historia es potente y deliciosa como la encontré. Una obsesión. Dos triángulos. Un final insólito. Una lista de canciones que cuentan una historia en sí misma.