Imaginad un mundo regido en una ligera e inestable armonía por 4 tipos de criaturas: humanos, vampiros, druidas y hombres lobos.
Imaginad que ese mundo no solo existiera, sino que además fuera el que habitáis, ese que os rodea y os engulle a diario, ese que a veces os sumerge en un laberinto de asfixiante normalidad.
Imaginad que yo llegué para abriros los ojos a una esencia, de la que, quizás (y solo quizás) algún lector trata en vano de huir.
Imaginad que, entre tanta confusión, un chico solo trata de hacer lo correcto y un niño de sobrevivir a su propio yo.
Todo aquel que se adentre en esta historia debe saber de antemano que no sólo lo hace en un mundo de fantasía y coraje sino en un fanfic Ragoney. Por tanto, y aunque no de una forma ortodoxa, lo hace en un amor homosexual.
Si no sois heteronormativos de pensamiento os invito a volar y disfrutar de un cuento que ni es de amor, ni de lobos y vampiros y que buscara haceros reír, llorar, volar, amar y odiar al mismo tiempo.
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?