"¿Quién dijo que ser adolescente era fácil?" Esa es la pregunta diaria que vuela en los pensamientos de Nadine Carter. Una joven poco común, con unos diecisiete años recién cumplidos, histérica como nunca antes visto y acompañada de suerte fatal. Siendo la única chica de cinco hermanos, cosa que no podía ser peor. Sin embargo, nada de eso se compara a la brillante idea de enviarla a ella y a sus hermanos al campo con sus abuelos en verano, claro que no. Tampoco encontrarse al chico de sus sueños y que este fuese el novio de su prima. Mucho menos trabajar en una cafetería con olor a salmón y basura. Tener que bañar a vacas, quedarse encerrada en un granero o tan siquiera tener que buscar a su hermano a la estación de policías por agredir a un guardia con un bate de béisbol. Definitivamente ser adolescente no es fácil (según Nadine) y menos si eres un Carter.