Un hombre, sin nada que perder, apuesta todo en busca de sentir algo. César, inmerso en un mar de emociones, se encuentra perdido, incapaz de reconocerse incluso en su propio reflejo. Encararse al espejo es enfrentarse al enemigo interno: César, su propio Némesis.
Diana, temerosa del amor, pero fascinada por el vacío, se sumerge en la caída libre, consciente de que el dolor será inevitable. El miedo no solo la impulsa a volar, sino que la libera y le enseña a amar, convirtiéndose en el lazo que la ata a la vida.
¿Qué importa la fortaleza si eres la parte vulnerable de ti misma?
En días teñidos de otoño, bajo la lluvia, entre sangre y disparos, dos amigos de toda la vida se reencuentran en el oscuro escenario de la mafia. Comparten cafés amargos, se enamoran y se odian en una danza incesante.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.