Hay personas que tienen el don de transmitir paz a quienes más la necesitan. Y ella... Ella es de ese tipo de persona. Solo tocaba su guitarra en la plaza por algunos centavos, y a pesar de estar expuesta al rechazo y desprecio de las personas que pasaban, no se daría por vencida hasta ver a su padre bien otra vez. La vida para ella, se había vuelto solo un campo de batalla, estaba harta de todo. Hasta que un extraño aparece de la nada, atraído por su música.