¿Dónde está la línea entre amor y obsesión? Es una pregunta que Jason se hace todos los días desde que fue secuestrado y confinado a una celda edénica. Su captor lo consiente, lo alimenta, lo baña y lo atiende, pero no siempre a cambio de nada, sin embargo, y a pesar de su cautiverio, el renegado comienza a preguntarse en qué mundo está mejor, si aquel donde gozaba de libertad ficticia, o éste, donde su reclusión le otorga una voluntad real para ceder. ¿Quién es el personaje detrás de la máscara? ¿Por qué Jason comienza a sentirse extraño cuando la distancia entre ambos se pierde? ¿Y cuál es la verdad detrás de ese aroma a duraznos? El dueño del casco rojo aún tiene mucho que descubrir y debe hacerlo antes de caer por completo en esa trampa con olor a frutas.