-Hueles como yo-, dice el chico, frunciendo el ceño cuando se acerca acorralándolo y Stiles se tambalea entre los abrigos y finalmente golpea la pared. -¿Por qué hueles como yo?- Apenas deja escapar un sonido confuso mientras la sangre corre a sus mejillas. -No hay razón-, grita Stiles, luchando por ponerse en pie y agarrándose a un torbellino de pelo esponjoso. O aquel en el que Stiles va de compras a una tienda de segunda mano y roba la camisa de un alfa. Y obtiene mucho más de por lo que ha pagado.