Dicen que los comienzos son duros, pero dejar todo atrás, coger dos maletas, tres cajas y un par de electrodomésticos, y un corazón roto, no es el plan perfecto para un sábado por la tarde. Nueva ciudad, nueva casa, nueva vida y ¿por qué no?, un nuevo amor. A veces, los finales, suelen ser los comienzos de nuevas historias, y yo estoy absoluta y completamente segura, que esto no es un derrota, sino un aprendizaje de la vida, nueva vida haya vamos, prepárate.All Rights Reserved