Ella no es tranquila como aparenta siempre estarlo, sus días nunca lo fueron, y amar es fácil más no olvidar todo el miedo de volver a salir dañada. Aien Narauki ya no quiere temer a enamorarse, pero cada vez que lo hace recuerda cada uno de sus noviazgos anteriores, en los que falló y en los que probablemente nunca haya sido merecida de tener... Por eso Kise Ryuota debe tener mucha paciencia, como ella se lo dará.