Él sabía que su vida cambiaría por completo el día de su cumpleaños. Estaba destinado. Él sabía que su madre no era una buena persona y nunca intentó defenderla. Pero se negaba a aceptarlo. Él sabía que aquella chica era única. Aunque no quería admitirlo. Nate siempre supo sobre la existencia de los Exordis, su madre era la reina de ellos y él pronto se uniría a la comunidad. Él nunca lo deseó, pero las cosas dejaron de ser tan terribles cuando conoció a una chica muy peculiar. Ella ayudaría a Nate a abrir los ojos y ver la realidad en la que estaban viviendo. Solo así, ellos dos podrían salvar a toda su especie. O, tal vez, terminar de hundirla.